Aneurisma cerebral

Un aneurisma cerebral ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se hincha hacia afuera debido a un punto débil en la pared. Piense en ello como una sección debilitada de un globo, lo que hace que se abulte como una pequeña burbuja.

Si un aneurisma crece o se rompe, las consecuencias pueden ser graves. Al igual que un globo que explota, un aneurisma roto puede provocar una hemorragia en el cerebro que pone en peligro la vida y requiere atención médica inmediata.

Los proveedores a menudo detectan los aneurismas cerebrales antes de que se rompan, lo que permite una intervención oportuna para prevenir complicaciones. Reconocer los signos de un aneurisma cerebral y comprender las medidas preventivas es fundamental.

¿Qué es un aneurisma cerebral?

La imagen muestra un vaso sanguíneo con un aneurisma cerebral intacta.
Un aneurisma cerebral es un vaso sanguíneo abultado, como se muestra en la imagen de arriba.

Los aneurismas cerebrales suelen surgir con el tiempo debido a diversos factores, como la presión arterial elevada, el proceso natural de envejecimiento, predisposiciones genéticas o traumatismos previos.

Cuando un aneurisma cerebral presenta una fuga o rupturas, se produce una hemorragia cerebral, también conocida como hemorragia subaracnoidea. Este suceso se asemeja a un ataque cerebral, en el que la sangre se vierte en el espacio entre el cráneo y la capa protectora del cerebro.

Aunque los aneurismas cerebrales son relativamente comunes, generalmente permanecen asintomáticas y no representan una amenaza inmediata. De hecho, la mayoría de los casos se detectan incidentalmente durante exámenes de rutina para detectar problemas de salud no relacionados.

Síntomas del aneurisma cerebral

A menudo, los aneurismas cerebrales se desarrollan sin síntomas perceptibles hasta que alcanzan cierto tamaño o sufren fugas o ruptura.

Los signos que indican una fuga o ruptura de un aneurisma cerebral incluyen los siguientes:

  • Pérdida del conocimiento
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor arriba del ojo
  • Convulsiones
  • Sensibilidad a la luz
  • Dolor de cabeza intenso y repentino
  • Rigidez en la nuca
  • Problemas de la vista

Si presenta alguno de estos síntomas, en particular un dolor de cabeza intenso y repentino, es fundamental buscar atención médica inmediata.

La intervención inmediata puede afectar significativamente los resultados del tratamiento y la recuperación asociados con los aneurismas cerebrales.

Diagnóstico de un aneurisma cerebral

Al diagnosticar un aneurisma cerebral, su proveedor realizará un examen físico completo y analizará sus síntomas. Le preguntarán sobre dolores de cabeza, convulsiones u otros síntomas relevantes que haya experimentado, así como posibles factores de riesgo como hipertensión arterial, tabaquismo o antecedentes familiares de aneurismas.

Para obtener imágenes detalladas de su cerebro que puedan revelar evidencia de un bulto o sangrado, su médico puede emplear pruebas de imágenes como una tomografía computarizada o resonancia magnética. Estas herramientas de diagnóstico desempeñan un papel crucial en la identificación y evaluación de la presencia de un aneurisma cerebral, lo que permite la planificación de un tratamiento efectivo.

Opciones de tratamiento de los aneurismas cerebrales

Cuando le diagnostican un aneurisma cerebral, su médico iniciará un tratamiento para evitar su ruptura o agrandamiento adicional, considerando factores como la ubicación del aneurisma, el tamaño y su salud general.

Para los aneurismas cerebrales no rotos detectados mediante pruebas o exploraciones, generalmente se consideran dos opciones de tratamiento principal:

  • Observación: Si el aneurisma es pequeño y asintomático, el médico puede optar por un seguimiento frecuente mediante exploraciones por imágenes periódicas. Este enfoque se ve favorecido cuando los riesgos asociados con el tratamiento superan los de la ruptura de un aneurisma.
  • Medicamentos: Se pueden recetar ciertos medicamentos para controlar los síntomas relacionados con los aneurismas, como analgésicos para los dolores de cabeza por aneurismas o medicamentos para controlar la presión arterial. En casos de ruptura de un aneurisma, se pueden administrar medicamentos para prevenir complicaciones como el vasoespasmo (estrechamiento de los vasos sanguíneos).

Si es necesaria una reparación o cirugía, el equipo de atención puede adoptar uno de estos enfoques:

  • Clip quirúrgico: En este procedimiento, un neurocirujano realiza una incisión en el cráneo para acceder directamente al aneurisma. Se coloca un clip de metal a lo largo del cuello del aneurisma para detener el flujo sanguíneo, sellándolo efectivamente del vaso sanguíneo principal.
  • Terapia endovascular: Este procedimiento mínimamente invasivo implica acceder a los vasos sanguíneos a través de un catéter insertado en una arteria, generalmente en la ingle, y guiarlo hasta el sitio del aneurisma en el cerebro. Se insertan espirales, stents u otros dispositivos para bloquear el aneurisma y evitar el flujo de sangre hacia él, lo que reduce el riesgo de ruptura.

Después del tratamiento, particularmente en casos de ruptura de un aneurisma, la rehabilitación puede ser esencial para ayudarlo a recuperar la función perdida y recuperarse de cualquier déficit neurológico resultante del aneurisma o del tratamiento. Las medidas de rehabilitación pueden incluir fisioterapia, Terapia ocupacional o terapia del habla, adaptadas a las necesidades de recuperación del individuo.

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