8/11/2016
Creo que esta es una de las exposiciones más bonitas y vibrantes que he visto últimamente, ¡y no será porque veo pocas!
En un maravilloso paseo descubres el poder de este movimiento americano tan asociado a la desbordante creatividad de la ciudad de Nueva York en la década de 1950.
Tras la 2º Guerra Mundial y la explosión del Jazz, una serie de artistas encontraron una nueva forma de expresarse muy espontánea, intensa y sobre todo profundamente expresiva.
Artistas como Pollock, Rothko o De Kooning son algunos de los nombres que lideran el movimiento.
Llevaron a cabo obras generalmente de gran escala en las que modificaron las normas de contemplación del arte, haciendo al espectador una parte activa de cada obra, buscando remover sus instintos con la fuerza de cada uno de sus gestos. Muchos de ellos se conocían, pero trabajaron de forma independiente
Es muy interesante ver al principio de la exposición obras tempranas de algunos de ellos que desvelan sus formas clásicas, que rápidamente olvidaron.
Espectacular la colección de obras de Pollock reunidas, entre ellas una delicia ver la que le encargó Peggy Guggenheim para su apartamento de Nueva York y que supuso uno de los pasos más importantes de su carrera.
También el recorrido por obras de artistas “menos conocidos” pero fantásticas, acompañadas de fotos de la ciudad de Nueva York de la época y algunas esculturas.
Y la guinda del pastel: una sala redonda llena de obras de Rothko. ¡Qué gozada! Tuve la suerte de ver la exposición en una visita privada y la sensación de colocarte en medio, con esas bellezas alrededor es indescriptible… ¡tienes que vivirlo tú también!
Royal Academy of Arts, Londres. Hasta el 2 de enero.